Pareja y sexualidad

El deseo y el vínculo en la pareja

Cómo la Psicología te puede ayudar

Cuando hablamos de relaciones de pareja, suelen surgir dos conceptos fundamentales: el deseo y el vínculo. Estos elementos, aunque íntimamente relacionados, pueden enfrentarse a altibajos a lo largo del tiempo. La convivencia, el estrés y los cambios personales o de etapa en la vida pueden hacer que el deseo fluctúe, afectando la conexión emocional. Aquí exploramos cómo ambos factores interactúan y cómo la ayuda de un profesional puede marcar la diferencia.

Para comenzar, es fundamental entender que el deseo en la pareja es mucho más que atracción física. Implica interés, curiosidad y la capacidad de percibir al otro como alguien único y deseable. Sin embargo, con el paso del tiempo, este deseo puede verse afectado por la rutina o por factores como la falta de comunicación o la aparición de conflictos no resueltos.

Es común que, en relaciones de larga duración, el deseo se transforme, lo que antes era espontáneo y apasionado puede volverse predecible o incluso distante. Pero esta transformación no tiene por qué ser negativa; puede ser una oportunidad para que la pareja redescubra nuevas formas de conexión.

Mientras el deseo es cambiante y puede ser revitalizado, el vínculo emocional actúa como un pilar de estabilidad en la pareja. Este vínculo se nutre de confianza, respeto mutuo y momentos compartidos que fortalecen la relación. Sin embargo, cuando el deseo disminuye, el vínculo también puede resentirse, creando un ciclo de desconexión que afecta la relación en su totalidad.

Para comprender las razones por las que el deseo y el vínculo se pueden resentir en una relación de pareja, es necesario tener en cuenta los diversos factores que pueden influir entre el deseo y el vínculo:

– Rutinas y responsabilidades; exigencias del día a día pueden dejar poco espacio para la espontaneidad.

– Cambios emocionales o físicos provocados por etapas de estrés, problemas de salud o inseguridades, que pueden interferir directamente en la intimidad.

– Falta de comunicación entre la pareja. No hablar abiertamente sobre deseos o preocupaciones puede crear malentendidos o distancia.

¿Cómo puede ayudarte un profesional de la Psicología?

En este contexto, acudir a un psicólogo especializado puede ser una decisión transformadora para las parejas y un punto de inflexión en su relación. Si decides acudir a sesiones de terapia de pareja podrás conseguir:

– Reavivar la conexión emocional y fortalecer el vínculo afectivo entre la pareja.

– Explorar las raíces del deseo, identificando patrones o barreras que puedan estar afectando la intimidad, como miedos, bloqueos o mitos sobre la sexualidad.

-Incorporar nuevas dinámicas en la relación que fomenten el deseo, tales como la mejora de la comunicación o el redescubrimiento mutuo.

– Romper ciclos de culpa o frustración, encontrando un espacio para hablar de los problemas sin juicio, promoviendo la comprensión mutua.

– Aprender nuevos conceptos e ideas sobre la sexualidad, desmontando ideas preconcebidas y adoptando una visión más flexible y realista del deseo y la intimidad.

Entender que el deseo y el vínculo son dinámicos es clave para mantener una relación sana y satisfactoria. Las crisis o dificultades en la intimidad no son inusuales, pero tampoco son el final del camino. Con voluntad y la guía adecuada, es posible fortalecer la conexión emocional y redescubrir una intimidad enriquecedora.

Un profesional de la Psicología con formación en terapia de pareja no solo ayuda a resolver problemas, sino que también enseña a la pareja a construir una relación más sólida, basada en el respeto y la complicidad. Si sientes que en tu relación algo se ha apagado, recuerda que siempre hay herramientas para recuperar la conexión. ¡El primer paso es reconocerlo y buscar ayuda! Escríbenos: info@iluminapsicologia.com

Félix Gutiérrez Gil

Psicólogo sanitario CL06143

Crianza

Habla de sexualidad con tus hijos

Educación sexual en la infancia: Sembrando valores y confianza

La educación sexual en la infancia no consiste sólo en hablar de anatomía, es una oportunidad para enseñar a nuestros hijos valores como el respeto, la importancia de poner límites y de la confianza. Conocer el momento adecuado y la manera correcta de abordarlo son clave a la hora de guiar a los niños hacia una comprensión sana y positiva de su cuerpo y de sus relaciones.

  1. ¿Por qué es importante la educación sexual desde temprana edad?
    • Previene desinformación o mitos que pueden surgir de fuentes externas no confiables.
    • Fomenta la autoestima y el respeto hacia el propio cuerpo.
    • Ayuda a establecer límites personales y a reconocer situaciones inapropiadas.
  2. Cómo abordar el tema según la edad:
    • De 3 a 6 años: Usa nombres correctos para las partes del cuerpo y explica diferencias básicas entre niños y niñas.
    • De 7 a 9 años: Habla sobre los cambios corporales que ocurren en la pubertad de forma sencilla.
    • De 10 años en adelante: Introduce temas como consentimiento, relaciones saludables y responsabilidad.
  3. Claves para hablar con naturalidad:
    • Usa lenguaje claro y adaptado a su edad.
    • Responde a sus preguntas sin evitar el tema.
    • Crea un ambiente de confianza para que se sientan cómodos hablando contigo.
  4. Beneficios a largo plazo:
    • Los niños desarrollan una relación saludable con su cuerpo y su identidad.
    • Crecen con habilidades para tomar decisiones responsables.
    • Están más protegidos frente a situaciones de abuso.

Educar sobre la sexualidad es necesario para formar a niños seguros, informados y respetuosos. La conversación comienza en casa, con apertura y naturalidad.

En Ilumina Psicología ofrecemos orientación para abordar estos temas de manera efectiva. ¡Contáctanos para más información!

Ilumina Psicología

YO TENGO CARÁCTER

Cuando nos paramos a analizar nuestras acciones, muchas veces nos preguntamos por qué hacemos lo que hacemos, por qué seguimos los mismos patrones de comportamiento, por qué reaccionamos de ciertas maneras ante diferentes situaciones. Para tener una respuesta es necesario hablar del carácter. 

El carácter es nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Aquello que nos ayudó a solventar los conflictos a los que nos enfrentamos cuando éramos más pequeños (frustración, miedo, dolor, rabia…). Esas estrategias adaptativas que en su día funcionaron porque nos llevaron a seguir adelante. 

Sin embargo, en presente, en nuestra edad adulta, podemos sentir que esas mismas estrategias (volverse invisible, mostrarse frío, reaccionar exageradamente a los conflictos o evitar el dolor emocional) suponen un coste, o no me ayudan de la manera en que yo necesito. 

Aquí vengo a presentar distintos tipos de carácter con los que puedes resonar. Toda la información que se encuentra plasmada ha sido recogida en una formación de Eneagrama. 

Hay personas cuya dificultad se encuentra centrada en lo motor, en el movimiento. Son aquellas que reaccionan ante la rabia inhibiéndola (lo que les supone una desconexión con el mundo, se vuelven invisibles y dependientes), otros la multiplican (tienden a dominar y presentan mucha dificultad para habitar su mundo emocional) y otros la reprimen (construyen un juez interior desde el que miran con cierta superioridad a los demás. No se permiten el placer a sí mismos y cortan su espontaneidad).

Otro grupo de caracteres encuentran su propia trampa en su mundo emocional. Los hay que son tremendamente emocionales (acabando por atender a las carencias de los demás y siendo muy susceptibles a la crítica), también aquellos que actúan la emoción según el entorno en el que se encuentran (no se muestran genuinamente y presentan graves problemas con su vergüenza) y otros presentan un carácter más triste, melancólico (tienden a compararse y a buscar ser especiales dentro de los grupos). 

Finalmente, el tercer grupo, llamado los mentales o intelectuales tienen muchos conflictos en relación con el miedo. Los hay que lo proyectan fuera acabando por volverse muy fóbicos, o contra-fóbicos (para no sentirlo se enfrentan a él). Les resulta muy complicado tomar decisiones y buscan la seguridad fuera. También otros lo interiorizan (viven retirados del mundo y tienen dificultad para poner límites), o los hay que lo evitan (son buscadores de placer, tienden a la fantasía y no toleran la frustración). 

Afortunadamente el carácter puede trascenderse. Es decir, encontrar y vivirte desde las virtudes más lúcidas que tu carácter alberga. Volverte genuino, espontáneo, capaz de responsabilizarte de ti mismo, y pudiendo comprender, desde el amor y la serenidad aquello que tanto me cuesta de las personas que me rodean. Poder recoger a tu hermano/a, a tus padres, hijos y vivirte en comunidad desde un lugar más armonioso contigo mismo y con los demás. 

Si quieres explorar tu carácter, comprenderte un poco mejor y sacar la esencia que se encuentra dentro de ti, ponte en contacto con nosotros: info@iluminapsicologia.com  

Laura Villa Manzano

Psicóloga colegiada M-36481