QUÉ ES EL TRAUMA

Se tiende a poner el nombre de traumático a experiencias especialmente dolorosas, y que todos y todas podemos entender como tal. Por ejemplo: una violación, un tsunami, el abuso sexual infantil, un accidente de tráfico en el que pierdes a un ser querido.

Sin embargo, vengo a contarte que traumático puede ser cualquier experiencia en la cual te has visto silenciado, sin voz para poder nombrar y gritar lo ocurrido, y así, sin poder legitimarlo, viviéndolo en soledad, de manera desprotegida y escindida. Con escindida me refiero a la ruptura que se produce entre esa parte que necesitó sentirse vista, escuchada y acompañada (la que vivió dicha experiencia traumática), y tú.

Cuando mezclamos impacto emocional + silencio estamos hablando de una vivencia traumática. De esta manera, el trauma psíquico es la herida resultante de verse obligado a callar experiencias emocionales que nos resultaron impactantes, sin poderlas compartir con nuestros cuidadores principales, generando creencias hacia el mundo más limitantes y menos adaptativas, como, por ejemplo: “mi cariño hacia el otro será rechazado’’, “si saco mi enfado no me van a querer’’ o “si comparto mi dolor se alejarán de mí’. 

Síntomas producidos por experiencias traumáticas: 

Más allá de la disociación, de la esquizofrenia o de trastornos de personalidad que se acercan al ámbito de lo psicótico, hay síntomas más o menos compartidos entre nosotras y nosotros que guardan relación con haber vivido experiencias traumáticas. 

Algunos de estos son: experimentar con demasiada frecuencia momentos de desconexión, no enterándote de lo que te están contando. También, vivirte como alguien despistado, olvidadizo y con falta de concentración… tener la sensación de que te cansas más de lo normal. 

Por otro lado, aquejarte de diversos síntomas físicos y enfermedades… sufrir insomnio, ansiedad o ánimo deprimido.

Igualmente, notar sensaciones corporales que sospechas que guardan relación con una experiencia pasada… pesadillas recurrentes, así como, ser calificado como una persona hiperactiva o “multitarea’’.

Como puedes ver, son síntomas que tendemos a categorizar como “normales’’ y, que no teniendo por qué, pueden verse desarrollados por experiencias dolorosas que no pudiste procesar en tu niñez. 

Cuál es el coste de haber vivido experiencias traumáticas

Principalmente el coste es la pérdida de autenticidad y seguridad en ti mismo/a. Con autenticidad me refiero a aceptarte tal y como eres, a permitirte vivirte en relación desde tu espontaneidad, apoyando tu forma de ser, sin la necesidad de esconder tus sentimientos, pensamientos o formas de comportarte. 

Con seguridad, hago referencia a la experiencia de vivirte en plena autonomía, confiando en tu capacidad para sostenerte, y con la conciencia puesta en que somos seres sociales, sanamos a través del vínculo con el otro. Esto da paso a no confundir independencia con autonomía. Somo seres inter-dependientes. 

Cómo trabajar con las experiencias traumáticas

Mi mirada hacia estas vivencias tiene que ver con el respeto del ritmo de crecimiento de cada uno, sin forzar la salida de dichas experiencias. Apoyando, validando y cuidando a esas partes de ti mismo/a que conforman a tu niño/a interior, el cual necesita ser legitimado, tal y como es. 

El primer paso para sanarse uno mismo es aceptar las sombras que darán paso a nuestra luz. 

Si te has visto identificado con este texto y crees que puedes necesitar acompañamiento para transitar experiencias de este tipo, puedes contactar con nosotros: info@iluminapsicologia.com  

Laura Villa Manzano

Psicóloga colegiada M-36481

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *